A mediados de los años 70, el judío neoyorquino neurótico era un personaje muy conocido en el cine estadounidense. Woody Allen estaba en su mejor momento y muchos comediantes y actores aprovechaban las idiosincrasias de su cultura con fines cómicos.
El legendario director de porno Joe Sarno, que creció en Nueva York y tenía una madre judía cuya influencia es muy notoria en esta película, ciertamente no era ajeno a este arquetipo.
Sarno (bajo el seudónimo de inspiración sueca Karl Andersson) escribió y dirigió A Touch of Genie, la historia de un hombre judío escuálido llamado Melvin (interpretado por Douglas Stone, en su único papel frente a una cámara), que creció en el Lower East Side con una madre autoritaria, una tienda que cuidar y una vida de mala suerte con las mujeres. Su única escapatoria eran sus largas pausas para el almuerzo, cuando visitaba los infames cines porno de Times Square, fantaseando con ser como los actores que admiraba, “tirándose” a todas las chicas disponibles.
Un día encontró una botella con una abertura lo suficientemente amplia para acomodar su pene después de que una de sus películas sucias de media tarde lo excitara demasiado. Para su sorpresa, una linda genio rubia (Chris Jordan) salió de ella, vistiendo un traje de genio apropiadamente escaso. Ella le informó que solo podría salir si un amo “frotaba el interior de su frasco”, en lo que Melvin tuvo éxito. Por ayudarla a salir de la botella, ahora ella le concedería cinco deseos (porque aparentemente los tiempos habían cambiado desde que los genios solo se encargaban de tres deseos. Y además, esto es un largometraje; ¡probablemente necesitaba las escenas de sexo adicionales!).
Melvin esencialmente solo quería una cosa: ser como sus héroes actores porno. Todos los hombres que conocía que tenían el control y conseguían sexo a menudo eran actores porno, él eligió convertirse en ellos con sus deseos. Se convertiría en Harry Reems o Marc Stevens (que se interpretaron a sí mismos en la película) y se acostaría con las estrellas de sus sueños, principalmente la hermosa Tina Russell.
Su madre (interpretada bastante bien por el no tan apropiado nombre de Ultramax) estaba presente en todas partes; y además de controlar su vida cotidiana, también se colaba de alguna manera en sus fantasías, incluso durante un par de sus escenas porno, lo que hizo que Melvin se sintiera comprensiblemente incómodo, pero proporcionó un agradable alivio cómico.
Como la mayoría de los tipos geek en películas que terminan viviendo la vida de un jugador por breves momentos, Melvin logró ser completamente ajeno a los avances coquetos de su genio y se quedó simplemente pidiendo encuentros sexuales aleatorios utilizando otro cuerpo debido a su enorme inseguridad en el suyo.
Es genial ver a un actor porno muy poco prototípico en el papel principal. En general, la actuación está bien cuidada por la mayoría del elenco, y los momentos tontos no se sienten particularmente mal y son bastante entrañables. Sarno hizo buenas películas para adultos, y esta no fue la excepción. La película no intenta parecer demasiado ambiciosa y, en ese sentido, logró lo que pretendía ser: una comedia judía alegre, explícita, pero a la vez encantadora y relatable.
No te pierdas nuestro increíble comparativo de los mejores sitios de porno en realidad virtual
Páginas similares:
El shooter retro ultraviolento Ultrakill recibe soporte «oficial» para juguetes sexuales
Una plataforma minorista con un toque lanza la gama sex tech
“Exprime lo virtual como si fuera real”: los guantes hápticos VR SenseGlove Nova ofrecen un toque realista
Los guantes ultraligeros Dextres añaden un toque de realidad a la realidad virtual
