Durante mucho tiempo se ha pensado que ver porno puede afectar a la capacidad de los hombres para establecer o mantener relaciones.
Pero un nuevo estudio contradice esta teoría y afirma que ver porno puede no ser tan perjudicial como se cree.
Investigadores de la Universidad de Abertay descubrieron que, si bien los hombres que ven porno encuentran menos atractivos los cuerpos de las mujeres conocidas, sus hábitos de visionado no influyen en cómo ven sus rostros.
El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Abertay, en Dundee, y concluyó que era necesario «un matiz mucho mayor» a la hora de considerar el efecto real de la pornografía en las relaciones.
El Dr. Christopher Watkins, que dirigió el estudio, declaró: «Lo que estos resultados sugieren es que, aunque la excitación sexual inducida a través de la pornografía desempeña algún papel en los juicios sobre el atractivo de las mujeres por parte de los hombres, dista mucho de ser una simple relación estímulo-respuesta, en la que algunos sugerirían que ver porno tiene un impacto negativo universal en la forma en que los hombres ven a otras mujeres».
Esto contradice las afirmaciones generalizadas de que el consumo de pornografía puede afectar a la capacidad de los hombres para establecer o mantener relaciones.
En el estudio, el equipo se propuso probar el efecto Coolidge, una teoría que afirma que la presentación de posibles nuevos intereses amorosos aumenta la excitación en los hombres.
Se pidió a los participantes en el estudio que vieran una serie de actrices pornográficas vestidas, desnudas o manteniendo relaciones sexuales.
A continuación, se les pidió que valoraran el atractivo de otras mujeres a partir de una serie de imágenes de archivo que incluían imágenes que no habían visto antes e imágenes que habían visto al principio del experimento.
Los investigadores descubrieron que mirar a las actrices pornográficas reducía el atractivo de los cuerpos de las mujeres conocidas a los ojos de los participantes, pero no de sus rostros.
El mismo juicio se encontró en participantes heterosexuales y homosexuales, lo que sugiere que la excitación sexual no era la razón principal del cambio de calificación.
Las investigaciones futuras podrían explorar estos mismos efectos en las mujeres y cómo el consumo de porno puede influir en los juicios sobre el atractivo durante un largo periodo de tiempo, y cómo los rasgos de personalidad de la persona que ve la pornografía también importan», añadió el Dr. Watkins.
El estudio llega poco después de que una investigación revelara que los hombres que ven porno corren un mayor riesgo de padecer disfunción eréctil cuando tienen relaciones sexuales con su pareja.
La culpa la tiene el fácil acceso a las películas para adultos, que está insensibilizando a los hombres, de modo que no se excitan cuando mantienen relaciones sexuales.
Un estudio evaluó los hábitos pornográficos de los hombres en Dinamarca y Bélgica y los comparó con sus hábitos sexuales.
Se descubrió que más de un tercio de los hombres se sienten más estimulados al ver a otras personas teniendo sexo en una pantalla que al tenerlo ellos mismos.
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