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Teledildonica y ajedrez las posibilidades indesperadas que podrian mejorar el sexo

Cuando lancé el campo “Amor y sexo con robots” con mi libro en el 2007, nunca soñé que el tema podría cruzarse con mi carrera como jugador de ajedrez profesional.

Ahora la intersección de los dos temas se ha convertido en un tema de tendencia debido al furor generado por la sugerencia del actual campeón mundial de ajedrez, Magnus Carlsen, de que un colega gran maestro podría haber hecho trampa en el tablero de ajedrez.

Específicamente, el vínculo entre el ajedrez y la teledildónica es la idea de que el oponente de Carlsen, el gran maestro estadounidense Hans Niemann, de 19 años, podría haber estado usando un juguete sexual. Se decía que Niemann usaba cuentas vibratorias anales para alertarlo sobre movimientos fuertes encontrados por un “motor” de ajedrez sobrehumano, un programa de computadora capaz de superar regularmente a cualquier jugador de ajedrez humano.

Antes de discutir esta idea aparentemente ridícula, sugeriría leer el artículo de Melanie Whyte, Los orgasmos son geniales, pero ¿alguna vez has usado cuentas anales vibrantes para hacer trampa en el ajedrez?

Antecedentes detrás de estas afirmaciones

La idea de las bolas anales vibrantes ganó cierta respetabilidad (si esa es una descripción precisa) cuando Elon Musk retuiteó un video que se había vuelto viral.

Más tarde, Musk eliminó su tweet, pero la versión archivada y las capturas de pantalla del video todavía están circulando en Internet. Al volver a compartir el vídeo, Musk citó al filósofo alemán Arthur Schopenhauer, tuiteando:

«‘El talento alcanza un objetivo que nadie más puede alcanzar, el genio alcanza un objetivo que nadie puede ver (porque está en tu trasero)’ – Schopenhauer».

En resumen, lo que se ha sugerido es que se podrían hacer cuentas anales controladas de forma inalámbrica, mediante el uso de un código simple, para que vibren de diferentes maneras para indicar qué movimiento estaba recomendando un motor de ajedrez.

La sugerencia de las bolas anales no es la primera vez, en algunas décadas, que se le ha dado algún crédito a la transmisión de movimientos a algo en el cuerpo de un jugador de ajedrez.

El difunto gran campeón mundial Bobby Fischer temía que “los rusos” pudieran afectar su pensamiento transmitiendo datos a los empastes de los dientes de Fischer, por lo que se hizo quitar todos los empastes. Fischer le reveló este miedo a su viejo amigo Ron Gross mientras estaba de vacaciones de pesca en México (citado del libro de Fred Waitzkin “Buscando a Bobby Fischer”):

“Tenía un aspecto terrible… ropa muy holgada, zapatos viejos y gastados… Luego me di cuenta de que estaba favoreciendo su boca y me dijo que se había hecho algunos arreglos en los dientes; Le había pedido a un dentista que le quitara todos los empastes de la boca… Le dije: ‘Bobby, eso te va a arruinar los dientes’. ¿Le hizo poner plástico en los agujeros?’ Y él dijo: ‘No me pusieron nada. No quiero nada artificial en mi cabeza’. Había leído acerca de un tipo herido en la Segunda Guerra Mundial que Tenía una placa de metal en la cabeza que siempre captaba vibraciones, tal vez incluso transmisiones de radio. Dijo que lo mismo podría suceder con el metal en los dientes”.

¿Qué es necesario para hacer trampa con bolas anales vibrantes?

Consideremos ahora qué sería necesario para que un jugador de ajedrez haga trampa usando cuentas vibratorias anales (o empastes en los dientes).

El jugador tramposo necesitaría lo siguiente:

  • Tener un medio para recibir movimientos elegidos por un motor de ajedrez sin alertar a los espectadores ni al árbitro.

Con la tecnología moderna, esto sería ciertamente factible utilizando bolas anales vibrantes.

Y también necesitarían:

  • Tener un medio para transmitir la posición actual del juego, o al menos el último movimiento del oponente en el juego, al motor de ajedrez.

En el pasado, esto lo podía hacer un cómplice del tramposo, como ha ocurrido en varios casos bien conocidos.

Pero hoy en día, los organizadores y árbitros de torneos adoptan métodos bastante estrictos (aunque no 100% infalibles) para evitar que los propios jugadores y los espectadores lleven cualquier tipo de dispositivo de transmisión a la sala del torneo. Se emplean equipos de seguridad similares a los de las aerolíneas para controlar tales restricciones, aunque probablemente no sean infalibles.

Además, cada vez es más habitual retrasar unos minutos la transmisión de las partidas de torneos de ajedrez a medida que se juegan. De esa manera, las audiencias en línea pueden ver sólo la posición y los movimientos tal como estaban hace unos minutos, no mientras un jugador está reflexionando sobre su movimiento actual. Por lo tanto, enviar el movimiento de un oponente desde el interior de la sala del torneo a un dispositivo informático externo no es ciertamente una tarea trivial, como mínimo.

Y con medidas preventivas aún más fuertes que pronto serán discutidas por la Federación Mundial de Ajedrez (FIDE), la tarea de un tramposo probablemente se vuelva aún más problemática de lo que es ahora.

Que es necesario para hacer trampa con bolas anales vibrantes

El futuro de la teledildónica y el ajedrez

Para demostrar que sus acusadores estaban equivocados, Hans Niemann se ofreció a jugar desnudo. Suponiendo que dicha actuación incluya un examen anal, le permitiría demostrar su afirmación de que también puede jugar sin cuentas ocultas, como lo ha estado haciendo en los últimos torneos.

Pero tal vez haya otro lado de toda esta cuestión: el uso de juguetes sexuales y teledildónicos para mejorar nuestra vida sexual a través del ajedrez.

Después de todo, el ajedrez-boxeo se ha convertido en unos pocos años en una reconocida actividad deportiva híbrida, así que ¿por qué no el ajedrez-sexo?

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