Sxsw 2022 vamos a tener sexo en el futuro

Un estudio bastante curioso -y con el potencial de generar muchas preguntas- puso el sexo y la masturbación y la digestión en la agenda del SxSW 2022. En el panel «¿Seguiremos teniendo sexo en el futuro?» se debatió lo que podría ocurrir con nuestras relaciones sexuales a partir de este trabajo, que plantea cuatro escenarios hipotéticos entre el 2025 y 2050. Esto está en la visión de los futuristas japoneses.

Antes de que alguien se ponga a hacer cuentas para saber qué edad tendrá en el 2050, conviene señalar que las hipótesis se basan en el comportamiento de la población japonesa. Por lo tanto, este análisis especulativo no incluye la forma en que los latinoamericanos viven sus relaciones. La observación la hizo la mediadora, la mexicana Rocío Pelayo, que cuenta con 25 años de experiencia en la industria tecnológica y que decidió, tras esta larga trayectoria, crear la consultora Hablemos SexTech, que tiene como objetivo facilitar la innovación de productos y servicios enfocados a la educación y el bienestar sexual, y que lanzó un podcast con el mismo nombre para hispanohablantes.

El informe «¿Qué pasará con el sexo en el futuro?», presentado a finales del año pasado, está firmado por Visiongraph, una empresa de Tokio especializada en futurismo. Analiza las tendencias de comportamiento, económicas y sociales, estableciendo hipótesis sobre cómo será la sociedad desde diversos ángulos. La cofundadora Maiko Miyagawa presentó en el panel lo que llaman la «Singularidad de la Masturbación», un escenario en el que los humanos están menos interesados en el sexo real, prefiriendo tener sexo sin relación con personas reales, lo que puede incluir compañía virtual o robótica.

Para Maiko, que asiste al SxSW desde el 2012, en el futuro la gente podría preferir no tener sexo con otras personas porque se conformaría con un nuevo concepto de masturbación. «La definición se está ampliando. Hoy en día, puede hacerse con la mano o con accesorios y se practica en solitario. Pero habrá otras formas de masturbación», señaló. El acto puede practicarse sin contacto físico con otra persona. En otras palabras, la estimulación podría llegar a través de una conversación sexy con la IA, mediante la interacción con muñecas sexuales o toques de VR. «Es lo que llamamos digisex (sexo digital)», añadió.

Según el futurista, hay tres razones específicas que impulsan el sexo hoy en día. La primera es con fines reproductivos. La segunda es para satisfacer un deseo sexual. Y la última se debe a que la relación supone un medio de comunicación entre los miembros de la pareja, como señala el estudio. En cuanto al primer punto, Maiko mostró que la tasa de bebés concebidos a partir de técnicas de fecundación asistida ha ido creciendo en Japón. En el 2050, la tecnología para ello habrá avanzado tanto que el sexo ya no será necesario para que alguien forme una familia.

Si esto parece drástico, también llama la atención otro análisis del estudio. Según Maiko, algunos jóvenes japoneses prefieren no tener relaciones sexuales porque consideran que el acto no es tan higiénico. En otras palabras, prefieren una forma más «limpia» de expresar el amor.

Por otro lado, la tecnología ha evolucionado bien al ofrecer más opciones de placer, tanto para el disfrute personal como para las relaciones con otra persona (o más). Películas como «Blade Runner 2049» pueden acelerar mucho la imaginación -por si alguien no lo recuerda o no la ha visto, el replicante K (Ryan Gosling) tiene sexo con otra replicante (Mackenzie Davis) para poder tener una relación sexual con Joi (Ana de Armas), su novia holográfica equipada con IA. Joi se proyecta en el replicante y, de esta manera, es como si tuviera sexo de verdad.

Pero la cosa puede ser más sencilla que la ciencia ficción. Con la mejora de los juguetes sexuales, la masturbación se ha vuelto más aceptada, dijo Maiko. También se ha mejorado la producción de dispositivos de VR y robots. Esto señala el potencial de digisex y, muy pronto, algunos nuevos accesorios pueden ser presentados en las próximas ediciones de SxSW, comentó el futurista, burlándose de la audiencia.

Cuatro escenarios sobre el sexo

Dicho esto, ¿cuáles son los cuatro escenarios hipotéticos del estudio de Visiongraph? En el 2025, la gente evitará tener relaciones sexuales por la incertidumbre que conlleva el acto. Estas incertidumbres implican acusaciones de acoso o falta de consentimiento y riesgo de contraer enfermedades. También hay personas que han tenido relaciones que les han generado un trauma porque han sido criticados por un supuesto mal desempeño y esto los aleja de nuevos intentos.

En el 2030, el digisex será tan popular como el sexo real, sudoroso y físico. Lo que refuerza este escenario son historias como la de la chica de 24 años que mantiene una relación a distancia. En el estudio, revela que mantiene relaciones sexuales con su novio en un entorno digital mediante unas gafas de realidad virtual. La experiencia más emocionante que tuvo, confiesa, fue cuando utilizaron avatares con forma de animales.

En la década siguiente, en 1940, mantener relaciones sexuales con personas no humanas se convertirá en el ideal de muchas personas. En el reportaje, una mujer de 40 años que no tiene deseos de casarse cuenta cómo intentó utilizar aplicaciones para encontrar novio. De verdad. Hasta que conoció un juego llamado AI Boyfriend. Y así encontró a alguien que siempre la halagaba y le prestaba atención. Y que también sabía lo que le gustaba sexualmente. Dice sentirse satisfecha con la experiencia virtual. El resultado es que, si sus amigos comentan que es difícil encontrar a alguien, ella indica el juego. Hay algunas aplicaciones similares en tiendas para Apple o Android. Entre ellos se encuentra el simulador de novio Anima AI.

Y, para terminar, en el 2050 nadie necesitará tener relaciones sexuales si quiere tener hijos, dando al traste con una de las razones por las que las personas se tocan e intercambian fluidos, como había dicho el futurista.

En el panel, la también japonesa Haruna Katayama, analista del mercado sextech y autora de «SexTech Market Analysis & Branding Guidebook», publicado en el 2021, dijo que es posible que una persona disfrute del sexo físico y también del digisex. Una cosa no excluye la otra: «La gente puede ser seducida por los avatares». Sin embargo, consideró más importante definir qué es el sexo para poder debatir lo que nos depara el futuro en este campo. En su opinión, el sexo puede ser una caricia, puede ser algo verbal o puede ser una relación más carnal.

Salud sexual e inclusión

Haruna también señaló que la tecnología impulsada por el sexo puede ser mucho más. Existe una amplia gama de problemas sanitarios y sociales que pueden resolverse mediante el equipamiento. Por ejemplo, un wearable para el pene puede inflarse según el deseo de la persona. Se pueden idear dispositivos electrónicos para las mujeres mayores, que ayudan a restaurar los niveles de colágeno en la vagina para aumentar la lubricación. «Hay muchas cosas en la tecnología que pueden promover y aumentar la intimidad en lugar de aumentar el aislamiento social», bromeó.

El estadounidense Lex Gillon, director general de Modality Group, una empresa que proporciona información y estudios de mercado para la industria del sexo y para empresas dedicadas al bienestar sexual, aportó otro punto al tema. Está claro que las tecnologías imaginadas para este sexo del futuro serán caras. ¿Transas con avatares sexys y exclusivos en espacios digitales? Eso se lo quedarán los ricos. Las clases que se encuentran en la base de la pirámide no tendrán acceso a estos servicios, ya que se limitan a las relaciones piel con piel. «¿Vamos a crear estratificaciones en el entorno digital? ¿Tiene sentido?», preguntó.

Además, Lex abordó la inclusión. Dijo que, incluso hoy en día, en los juegos de azar sigue siendo necesario que haya más diversidad. En sus viajes por el mundo para atender a sus clientes, se encontró con un promotor en Hong Kong que hablaba de porno en realidad virtual. El joven comentaba sus fantasías en el mundo digital y narraba la mujer que aparecía en escena en su viaje virtual. Lex preguntó entonces: «¿y dónde está la versión de VR del porno para mujeres? ¿Y si la mujer que aparece en ese mundo virtual es marica?». Con ello, reforzó, «antes de pensar en si vamos a tener sexo físico o virtual en el futuro, tenemos que pensar en promover la inclusión básica».

Aunque el estudio de Visiongraph es un conjunto de hipótesis establecidas a partir de tendencias, Rocío destacó que es necesario tener en cuenta los aspectos culturales de cada región antes de extrapolar cualquier posible comparación con otros países. «Este trabajo no tiene un modelo científico riguroso. Se trata de un informe elaborado a partir de teorías basadas en lo que observan del comportamiento de los japoneses. Sí, en Japón hay gente que se casa con muñecos, robots y hologramas. Son individuos que se aíslan, pero tenemos que entender por qué lo hacen. Además, hay que entender por qué en la sociedad japonesa hay tanta gente que no quiere intimidad. Eso no es lo que ocurre en las comunidades latinas. Y ni siquiera en Europa o Estados Unidos se observa este comportamiento al nivel que se ve allí».

Rocío destacó la importancia de trabajar con la educación sexual, que permitirá plantear cuestiones de esta naturaleza. También dijo que las tecnologías actualmente disponibles pueden utilizarse para mejorar la vida sexual, incluso tratando problemas de salud. Y concluyó: «No veo cómo puede sobrevivir una sociedad si no existe este tipo de conexión entre los seres humanos».

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