El realismo es una característica importante de los robots sexuales y las muñecas sexuales, pero ¿qué materiales podrían transformar la experiencia táctil más allá de la silicona estándar?
Realismo a pedido
Una de las características más solicitadas en todo tipo de juguetes sexuales es el realismo. Los consumidores quieren que sus juguetes sexuales se sientan (y a veces parezcan) lo más parecidos posible a un ser humano real. El realismo se vuelve aún más importante para las muñecas sexuales y los robots sexuales, no sólo porque tienen un precio mucho más alto sino también por la forma en que pueden ser utilizados por los consumidores. Son más grandes, cuentan con tecnología más avanzada y están diseñados para representar cuerpos o personas completos, aunque los robots y los muñecos técnicamente pueden definirse como dos cosas separadas. Los consumidores esperan que los materiales realistas proporcionen la mejor alternativa a la piel humana y la estimulación que cumpla sus fantasías.
Materiales presentes: Silicona estándar
Los profesionales de la industria del sexo han debatido intensamente el uso de silicona y el elastómero termoplástico (TPE), más asequible, para crear la sensación más realista similar a la de la piel. Si bien la respuesta puede variar entre los diferentes tipos de juguetes sexuales, el consenso actual es que aunque tanto la silicona como el TPE pueden emular la piel humana, la silicona simplemente lo hace mejor. Tanto es así que se ha convertido en el estándar para una variedad de juguetes sexuales, incluidas muñecas sexuales y robots sexuales.
Materiales del futuro: Segunda piel
Tres materiales únicos e innovadores prometen ser utilizados en la industria de muñecas sexuales y robots; piel sensora, aeroháptica y piel artificial imprimible.
La piel sensora es una “forma de piel artificial, repleta de sensores y actuadores en miniatura, que le da al usuario una ilusión háptica notablemente realista de estar en contacto físico con otra persona”. Si este material se usara con robots sexuales, podría potencialmente mejorar las experiencias táctiles al hacer que cada toque, sensación y abrazo se sientan mucho más reales.
La aeroháptica es un material aún más futurista, ya que básicamente es piel diseñada mecánicamente… a partir de un holograma. En el 2021, un equipo de la Universidad de Glasgow “configuró su sistema para que los usuarios pudieran hacer rebotar virtualmente una pelota de baloncesto holográfica y sentir cómo regresaba a sus manos”. Si bien el experimento del equipo de baloncesto no es el ejemplo más atractivo de Aerohaptics, si se aplica con robots sexuales en un entorno de realidad virtual (que ya es una característica popular), esta tecnología podría realzar el componente interactivo del juego sexual, ya que un robot sexual podría responder a los movimientos del usuario, ya sea en persona o en línea.
Si bien los dos materiales mencionados anteriormente ya están en desarrollo, una piel artificial más nueva desarrollada en CalTech «ahora puede brindar a los robots la capacidad de detectar la temperatura, la presión e incluso sustancias químicas tóxicas con un simple toque». Esta tecnología es parte de una plataforma que utiliza piel artificial imprimible dentro de un brazo robótico, así como sensores que se adhieren a la piel humana. Según CalTech, «la piel imprimible es un hidrogel gelatinoso y hace que las yemas de los dedos del robot se parezcan mucho más a las nuestras». Los sensores integrados en el hidrogel le dan a la piel del robot la capacidad de detectar el mundo que lo rodea. ¡Un robot sexual que pudiera detectar la temperatura y la presión transformaría completamente la experiencia del usuario!
Impulsadas por los consumidores, las innovaciones en curso en la fabricación de robots sexuales priorizan el realismo, especialmente en el ámbito táctil. Encontrar un material de piel artificial que sea de primera calidad, permita flexibilidad en el movimiento y pueda usarse para replicar diferentes espesores, texturas y elasticidad de diferentes partes del cuerpo (como la vagina) sería innovador para el mercado. Podría ser uno de los materiales existentes mencionados en este artículo; sin embargo, esta escritora sexual está emocionada de ver lo que le depara el futuro.
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