Las muñecas sexuales han fascinado a los humanos durante mucho tiempo.
De hecho, la fantasía de crear la pareja ideal se remonta a la historia antigua con el mito griego Pigmalión. En este cuento clásico, el escultor talla su concepto de la mujer perfecta en marfil y luego le da vida.
Si bien hoy en día aún no existen robots sexuales completamente funcionales que puedan confundirse con humanos, observar la evolución de las muñecas sexuales muestra que esto es más que una quimera. Nuestra dedicación histórica a la creación de amantes sintéticos sugiere que nos dirigimos hacia un futuro con robots y muñecas sexuales increíblemente realistas.
Esposas holandesas
Podemos agradecer a los marineros holandeses del siglo XVII por inventar las primeras muñecas sexuales. A menudo solos y privados de afecto físico durante largos viajes, los hombres los llevaban consigo para satisfacer sus necesidades sexuales.
Fabricadas con tela y ropa vieja, estas predecesoras de las muñecas sexuales modernas fueron llamadas por los japoneses «esposas holandesas».
Muñecas comerciales de sexo
Avancemos al siglo XX y encontraremos algunos de los primeros relatos registrados de muñecas sexuales fabricadas para la venta pública.
En el libro La vida sexual de nuestro tiempo en sus relaciones con la civilización moderna de Iwan Bloch, escribe sobre amantes artificiales construidos en 1908 con “tecnología pornográfica”. Diseñados para parecerse tanto a hombres como a mujeres, venían equipados con tubos neumáticos y genitales de goma y plástico. Las partes de su cuerpo no sólo imitaban la forma humana, sino que también simulaban algunos actos y funciones sexuales.
La popular muñeca infantil Barbie también reivindica un papel especial en la evolución de las muñecas sexuales.
Lanzada en la década de 1950 en Alemania, la pequeña muñeca Bild Lilli de 11,5 pulgadas fue diseñada para parecerse a un personaje de tira cómica muy conocido y sexy. Si bien no era posible penetrar la muñeca, fue diseñada especialmente para hombres adultos y también sirvió de inspiración para Barbie.
Silicona frente a TPE
Aunque las muñecas sexuales continuaron publicitándose durante todo el siglo XX, y las muñecas sexuales inflables también ganaron popularidad, no fue hasta el final de este período que las nuevas tecnologías y fabricantes ayudaron a llevar las muñecas sexuales realistas a un nivel completamente nuevo de realismo y calidad.
Fue entonces cuando las muñecas sexuales hiperrealistas y hechas a medida hechas de silicona ganaron popularidad. Este material se siente muy similar a la piel humana y se suma a la experiencia sensorial del consumidor, tanto en términos del cuerpo en general como de los genitales de las muñecas sexuales en particular.
Pero si bien la silicona ha mejorado la calidad de algunas muñecas sexuales, también tiene un precio elevado que cuesta hasta 10.000 dólares o más.
El uso de elastómeros termoplásticos ha hecho que las muñecas sexuales sean considerablemente más asequibles y al mismo tiempo mantienen la sensación de una piel realista.
Robótica
En los últimos años, empresas de todo el mundo han comenzado a incorporar robótica e inteligencia artificial en sus muñecas sexuales. No solo podrás personalizar su apariencia a tu gusto, sino que también podrán hablar, aprender tu nombre y realizar pequeños movimientos.
Todavía no pueden moverse en todas las formas en que lo hacen los humanos, pero sus increíbles características y realismo te harán mirar dos veces.
Este reciente auge en el desarrollo ha dado lugar a muñecas sexuales mucho más sofisticadas, que han captado una importante atención de los medios.
Como resultado, esto no sólo predice un futuro lleno de compañeros sintéticos muy realistas. Su creciente popularidad y los avances en su tecnología sugieren que las muñecas sexuales se están volviendo populares y que cada vez es más aceptable tener una.
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