Investigadores chinos han desarrollado un dispositivo para la cabeza que detecta cuando el usuario está viendo pornografía y luego activa una alarma, en un movimiento que, según los investigadores, podría ayudar a los censores del gobierno a detectar pornografía en línea más rápidamente en el futuro.
La pornografía es ilegal en China, y el Partido Comunista Chino (PCCh) emplea un gran ejército de censores para detectarla y eliminarla de los sitios de Internet chinos. Los sitios pornográficos extranjeros suelen estar bloqueados en el país.
Investigadores de la Universidad Jiaotong de Beijing crearon un dispositivo prototipo portátil que, según dijeron, podría «recibir un pico en las ondas cerebrales provocadas por contenido explícito». Lo probaron en 15 estudiantes universitarios varones que lo usaron mientras miraban la pantalla de una computadora. Según los informes, el dispositivo identificó correctamente cuando se mostraba pornografía en la pantalla el 80 por ciento del tiempo, lo que activó la «alarma de pornografía».
Xu Jianjun, director del centro de experimentos de ingeniería eléctrica de la Universidad Jiaotong de Beijing, describió el dispositivo como «detección de mala información». Los hallazgos del equipo de Xu se publicaron en el Journal of Electronic Measurement and Instrumentation.
Los investigadores sugirieron que los censores del gobierno podrían usar una versión del dispositivo en el futuro, para ayudar a mejorar su velocidad y precisión al buscar pornografía en línea (obviamente, para fines de trabajo en lugar de placer).
Sin embargo, con el estilo de gobierno de “dictadura digital” de gran alcance del PCCh utilizado para detener y oprimir a las personas que se considera que tienen un comportamiento indeseable, se han expresado preocupaciones sobre cómo se podría usar la tecnología.
Según el South China Morning Post, una persona de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China en Hefei, en la provincia oriental china de Anhui, señaló: “No existe una ley que regule el uso de tales dispositivos o proteja los datos que recopilan”.
En el 2018, se informó que los trabajadores chinos estaban siendo conectados a dispositivos de lectura del cerebro en una escala «sin precedentes», lo que generó preocupaciones sobre el posible acceso y mal uso de los datos sobre las emociones más básicas de las personas.
Esos informes indicaron que los dispositivos de lectura del cerebro se estaban utilizando en las industrias de equipos electrónicos, suministro de energía eléctrica y telecomunicaciones, además de en el ejército chino.
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