Siempre es un buen presagio para la adopción de nuevas tecnologías que un gran actor de la industria que parecía haber estado reprimido entre finalmente en escena. Este es el caso de la realidad aumentada, ya que Google comienza a probar públicamente su última creación de hardware: las gafas de realidad aumentada.
Tras el fracaso estrepitoso de las Google Glass, que no lograron captar la atención de los consumidores hace casi una década, muchos se preguntaban cuándo daría Google por fin una nueva oportunidad a la RA portátil. Aunque todavía está en fase de prototipo, el último wearable de Google ya está en manos -o, más exactamente, en las cabezas- de «unas cuantas docenas de probadores». Queda por ver cuándo llegará el dispositivo a los consumidores, pero ya está causando sensación. Como muchos recordarán, el lanzamiento inicial de las Google Glass no fue acogido con gran positividad, ya que muchos consideraron que los usuarios (o «Glassholes») invadían su privacidad por el mero hecho de estar en el espacio. Esta vez, Google está siendo más cauteloso.
Sin fotos, sin vídeos, sin diversión
Este nuevo dispositivo de RA de Google no podrá capturar fotos ni vídeos para sus usuarios y, en su lugar, se centrará en la traducción de texto escrito, la transcripción, la navegación y otras funciones similares. Queda por ver dónde deja esto a los que ansían un dispositivo similar capaz de avanzar en el porno de RA y en el uso exclusivo para adultos. Lo que es casi seguro, sin embargo, es que la entrada de Google en el mercado de la RA con un wearable tan delgado, ligero e inocuo significa que muchos otros diseñadores y fabricantes -algunos con entusiasmo por permitir el uso para adultos- podrían tener pronto un dispositivo propio que ofrecer.
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