El último juguete sexual de WOW Tech Group, el masturbador Arcwave Ion, utiliza la tecnología “Pleasure Air” para permitir que las personas trans y que no se identifican como hombres con pene sientan sensaciones típicamente asociadas con el orgasmo femenino.
Con cada año que pasa, la binarización estereotipada de género sigue quedando más obsoleta. Por lo tanto, una innovación centrada en la idea de que el pene y el clítoris comparten un tipo similar de frenillo (un pequeño pliegue de tejido que asegura el movimiento de cualquier órgano móvil en el cuerpo) en su composición es ideal.
Los científicos afiliados al WOW Tech Group de Berlín (los fabricantes de los productos Womanizer y WeVibe) han descubierto que el uso de una corriente de aire en chorro para dirigirse a los receptores de placer de Pacini asociados con el pene y el clítoris permite una liberación que refleja la poderosa intensidad del orgasmo femenino.
Una pregunta obvia que se plantea con respecto a Ion es si existe un mercado que esté interesado en un masturbador tan exclusivo.
Cómo funciona el masturbador
Ion, la última innovación de este nuevo grupo demográfico emergente, es, en apariencia, un recipiente electrónico de plástico portátil.
Mecánicamente, bombea un chorro de aire directamente a una funda de silicona ajustada que interactúa con las terminaciones nerviosas sensibles a lo largo de la parte inferior de la cabeza del pene o, para una persona que no nació con pene inicialmente, reflejaría su clítoris.
Un interruptor de encendido y apagado controla el bombeo de aire y, después del orgasmo, la limpieza refleja la de la mayoría de las fundas para el pene.
En cuanto a las sensaciones únicas que definen a Ion como masturbador, un probador de productos del Instituto de Investigación Skopos aparece, en el texto publicitario de Arcwave, diciendo lo siguiente:
En comparación con la masturbación normal, el orgasmo se sintió mucho más intenso y también duró más. Al principio de la masturbación, la sensación era relativamente débil. (…) Hasta que en algún momento aparentemente atravesé una pared. A partir de ese momento, de repente una gran ola generó una sensación muy fuerte e intensa, que terminó con un orgasmo.
El producto progresista se vende actualmente en línea a $199, sin impuestos.
Aunque el Centro Nacional para la Igualdad Transgénero de los Estados Unidos señala en un estudio de 2017 que gran parte de la población transgénero del país enfrenta dificultades económicas, esta innovación sigue siendo importante.
La investigación científica que libera la capacidad de desestigmatizar el placer para una población creciente pero aún excluida es fundamental.
Permitir que la base de la visibilidad total de todas las personas quede fijada en piedra es clave para estimular el progreso social del mundo.
Redefinir la experiencia orgásmica masculina como parte de este progreso da la bienvenida a una mentalidad abierta que asume que es posible un futuro vibrante y diverso.
El mercado de los masturbadores
Los hombres heterosexuales cisgénero tienen numerosos masturbadores que imitan la masturbación de la mano al miembro disponibles. Además, Fleshlight ofrece la serie Fleshjack, que está dirigida al mercado masculino homosexual.
¿Hay suficientes poseedores de pene que no se identifican directamente como hombres heterosexuales ni homosexuales como para justificar el desarrollo de un dispositivo erótico de primera calidad?
Estudios recientes destacan una respuesta positiva.
Los datos publicados en 2019 muestran que, durante la última década, las estimaciones de que el 1% de la población adulta de Estados Unidos y aproximadamente uno de cada cuatro estadounidenses y uno de cada diez adultos del mundo se identifican como LGBTQ se han mantenido estables.
Aunque las cifras aproximadas para Estados Unidos muestran que el 1% de la población estadounidense se identifica como transgénero, aún no se han calculado cifras similares en todo el mundo.
Sin embargo, The Lives of Transgender People, publicado en 2011 por Columbia University Press, destaca que el transgenerismo ocupa un ámbito físico, social, emocional y psicológico. Por lo tanto, contar a las personas “transgénero” es tan simple como parece.
Para contabilizar adecuadamente quién es exactamente “transgénero”, es necesario contar a todos los “género queer, andróginos, bigéneros, terceros géneros, transgeneristas y otros individuos transgénero que describen su género de manera no binaria”.
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