Desde que empezó a verse remotamente el porno de VR de hoy, las expectativas han sido altas, y las esperanzas, elevadas. ¿Podría el sexo virtual suplantar el acto físico real del amor, el coito, el malhumor o como prefieras llamarlo? ¿Las generaciones futuras seguirán teniendo líos en los asientos traseros de los autos, o sus vidas sexuales se inclinarán aún más hacia lo digital de lo que ya lo hacen las nuestras? Mientras el mundo del porno (y cualquiera que esté pendiente de él) espera a ver cómo será el sexo en el 2041, podemos celebrar lo lejos que hemos llegado ya. Al fin y al cabo, con intérpretes increíbles y producciones muy logradas, el sexo virtual como el real ya está al alcance de la mano.
Aún mejor que el real
Aunque las mujeres que protagonizan la mayoría de los episodios de porno virtual son verdaderas profesionales, la naturaleza inmersiva del entorno 3D, la representación hiperrealista de tu pareja increíblemente ardiente y una banda sonora que cae en tus oídos como un fenómeno natural pueden casi convencerte de que el sexo virtual como el real es realmente alcanzable. Muchos encuentros de porno en realidad virtual ponen en primer plano sus elementos fantásticos, pero los que se centran en situaciones realistas y cotidianas seguro que ayudan a hacer realidad las cualidades inmersivas y creíbles.
Chica real, sexo irreal
Optar por una experiencia de novia (o GFE) es un atajo hacia el éxito cuando se busca el realismo y la credibilidad. Con la amplia colección de GFEs de VRPorn.com, muchas de ellas protagonizadas por algunas de las mejores intérpretes del porno actual, puedes introducirte en lo que al principio parece una situación cotidiana pero que pronto se convierte en algo increíblemente fogosa.
Escuchar a una mujer de nivel de diosa susurrando cosas sucias en un oído, luego en el otro, dirigiéndose a tu entrepierna mientras te mira fijamente a los ojos… eso sí que es una experiencia emocionante en cualquier paquete. Cualquier pareja imaginable puede ser encontrada y penetrada con seguridad en la realidad virtual desde los acogedores confines de tu espacio personal. Que sea virtual no significa que no se pueda sentir el sexo real en más de un sentido.
Pensándolo bien, lo más irreal del sexo virtual es que no tienes que entablar una conversación después, no tienes que acordarte de llamar, no tendrás que hacerte pruebas ni llevar protección, y no tendrás que limpiar ninguna mancha o punto húmedo… ¡por muy sucia que sea tu diversión con la VR!
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