La Comisión Jurídica del Reino Unido empezará en breve a revisar la legislación relativa a la captación y difusión de «imágenes íntimas no consentidas», en el marco de sus esfuerzos por seguir el ritmo de la evolución tecnológica.
«La revisión, que se iniciará en breve, considerará una serie de tendencias digitales perturbadoras como el “cyber-flashing” -cuando las personas reciben imágenes sexuales no solicitadas de alguien por teléfono- y la pornografía “deepfake” -la práctica degradante de superponer la cara de un individuo en fotos o videos pornográficos sin consentimiento-«, dijo el Ministerio de Justicia.
La revisión comenzó el 1 de julio del 2019, y entregó su informe en el verano del 2021, con vistas a proponer nuevas leyes que contemplen los delitos, cuando sea necesario.
La pornografía vengativa es un ámbito en el que el gobierno británico ya ha explicitado su postura: ahora es un delito específico, además de estar incluido en una serie de leyes más amplias. Lo mismo ocurre con otros delitos similares, que a menudo se encuadran en la Ley de Delitos Sexuales del 2003, o en el artículo 33 de la Ley de Justicia Penal y Tribunales.
La pornografía «deepfake», en cambio, es una tecnología más incipiente, que podría plantear importantes problemas a superar en el futuro.
«Nadie debería sufrir la inmensa angustia de que le tomen o compartan imágenes íntimas sin su consentimiento», declaró el Ministro de Justicia, Paul Maynard. «Estamos actuando para asegurarnos de que nuestras leyes siguen el ritmo de la tecnología emergente y las tendencias de estos delitos perturbadores y humillantes».
El Ministerio de Justicia afirma que -además de la revisión- se pondrá en marcha una consulta pública para recabar la opinión de «las víctimas, los grupos que las representan, las fuerzas del orden, el mundo académico y cualquier otra persona interesada en la cuestión».
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