El mundo del porno en realidad virtualrealidad virtual tiene muchos atractivos legítimos, pero ¿Es divertido jugar con él o afecta a las interacciones y relaciones sexuales con personas reales?
El porno VR llegó al mercado hace menos de cinco años, junto con el auge de la realidad virtual a través de los videojuegos y las simulaciones de viajes. 2016 ha sido un período de crecimiento masivo para el porno VR, con nuevos dispositivos diseñados específicamente para el porno virtual que llegan al mercado. ¿Pero es esto algo bueno?
El porno VR: Un «empujón» al sexo en la vida real
Los avances en la tecnología de la realidad virtual han permitido que el porno VR cambie el panorama de la erótica visual y, al mismo tiempo, la forma de abordar el sexo. La pornografía ha pasado de ser una experiencia bidimensional en la que el consumidor es más bien un mirón, a una experiencia íntima mucho más tridimensional y envolvente.
«Para algunos, el porno en realidad virtual es una forma de enriquecer las relaciones sexuales, ya sea en solitario o en pareja. Para otros, será una forma de sentirse conectados«, afirma Searah Deysach, educadora sexual y propietaria de la tienda de pasatiempos Early to Bed.
Para las parejas que buscan condimentar las cosas, el porno VR puede ofrecer «una nueva adicción para explorar durante el sexo«. Por otro lado, las parejas que puedan tener una libido baja podrán encontrar en la plataforma de realidad virtual un método eficaz para «dar un empujón a su libido«, según Deysach.
Impactos positivos para la psicología íntima
Aunque no sea la intención del usuario, el porno VR puede ser útil para desarrollar la empatía. La revista Journal of Sex Research publicó un estudio sobre el uso de la VR como «medicina de la empatía«, y descubrió que «la realidad virtual pornográfica parece ser una poderosa herramienta para provocar la ilusión de unas relaciones sexuales más completas«.
«Algunas personas pueden sentir curiosidad por asumir el punto de vista de la otra persona, lo que podría llevar a un desarrollo espontáneo de la empatía«, dice Kate Balestrieri, terapeuta sexual certificada y fundadora de Modern Intimacy en Beverly Hills, California.
El porno VR también está surgiendo como una herramienta potencial para los supervivientes de traumas sexuales que buscan volver a explorar experiencias íntimas de forma segura.
«Permite a las víctimas sentir más claramente las sensaciones que les indican lo que les gusta y lo que no, con la posibilidad de parar cuando quieran«, dice Balestrieri.
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