Una empresa de robótica con sede en Edimburgo, llamada Touchlab, está desarrollando una «piel» robótica que puede envolverse en cualquier superficie y que permitirá a los robots «sentir la textura y percibir el dolor como lo haría un ser humano», afirma la empresa.
La «piel electrónica», que utiliza una tecnología denominada «túnel cuántico», permite a los robots percibir la presión y sensaciones como el deslizamiento en lugar de la simple fuerza, de forma similar a la piel humana. Puede utilizar el aprendizaje profundo y el software analítico para identificar objetos y superficies de diferente textura a través del tacto.
«Nuestra misión es fabricar esta piel electrónica para robots con el fin de dar a las máquinas el poder del tacto humano», explica a TechCrunch Zaki Hussein, cofundador y director general de Touchlab.
Aunque la empresa no está desarrollando la piel del robot con ninguna función sexual en mente, el potencial sexológico de un robot con piel que reacciona como la de un humano es evidente. Touchlab ya trabaja con robots humanoides y pretende utilizar su tecnología en hospitales y otros entornos asistenciales.
Cada sección de la «piel electrónica» que está desarrollando la empresa utiliza regiones de detección táctil y cuatro cables, cada uno de ellos tan grueso como dos cabellos humanos. Las secciones pueden personalizarse en cuanto a tamaño y forma. Aunque están diseñadas para que un robot «sienta» como un ser humano, las secciones de e-skin no se asemejan a la piel humana, por lo que es probable que la experiencia sea, de momento, una relación unidireccional.
Sin embargo, puede combinarse con tecnologías como guantes y trajes hápticos de realidad virtual, que reaccionan a los datos de la piel electrónica. «Podemos utilizar todo el potencial de la mejor interfaz háptica del momento, pero hay un punto en el que el robot siente más de lo que el usuario es capaz de sentir», afirma Hussein.
Ensayos con la piel electrónica de Touchlab
Touchlab espera llevar a cabo sus primeros estudios piloto en el mundo real en el 2023. Hussein afirma que la piel electrónica permitirá a los robots realizar «actividades diestras y desafiantes».
Los robots sexuales que existen actualmente en el mercado no suelen tener una piel de alta tecnología, sino que utilizan materiales no electrónicos similares a los de las muñecas sexuales de gama alta. Algunas empresas han trabajado en tecnologías como la piel artificial que se calienta a sí misma, para conseguir un realismo similar al de los humanos, pero no hay muñecas sexuales disponibles con piel electrónica sofisticada.
A principios del 2022, investigadores japoneses desarrollaron una nueva forma de «piel viva» autorregenerativa que, según ellos, marcaría el comienzo de una nueva era de robots fabricados con materiales orgánicos y artificiales.
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