Como informó Prague Morning, el burdel de muñecas sexuales Naughty Harbour se inauguró como «el primer centro sexual de realidad virtual de Europa Central» en la capital checa a fines del 2019.
Según el sitio web oficial de Naughty Harbor, hay diferentes experiencias sexuales disponibles. Los clientes pueden combinar la compañía de un ginoide ultrarrealista con porno VR o un juego de realidad virtual para adultos.
Alternativamente, pueden optar por relajarse en una silla de masaje con porno VR y un masturbador de alta tecnología. Por último, existe la opción de disfrutar de un videojuego erótico VR en solitario. El burdel dispone de habitaciones insonorizadas, para garantizar la máxima discreción.
Los precios varían en función de la experiencia elegida. Una hora usando el equipo de realidad virtual del burdel cuesta 1.900 coronas checas, lo que equivale a unos 84 dólares. En cambio, una hora de «relajación virtual» con el masturbador cuesta 1 290 coronas checas, alrededor de 56,70 dólares estadounidenses.
Naughty Harbor ofrece tres muñecas femeninas, Rebecca, Yasmine y Luccy. Todos ellos vienen con tres “trajes premium”, es decir, disfraces sexys: secretaria, colegiala y amante del fitness. También hay un muñeco masculino, Nick, descrito como «bisexual».
El sitio web oficial del burdel describe en detalle el proceso de desinfección utilizado para las muñecas. Sus orificios y la superficie externa se limpian a fondo con agua y un desinfectante, luego sus cuerpos se cubren con un polvo que mantiene la silicona suave.
Naughty Harbor también tiene una tienda electrónica donde los clientes pueden comprar una variedad de muñecas sexuales.
Solo el tiempo dirá si este modelo de negocio también se volverá popular en otras partes del mundo.
Si bien los robots sexuales no reemplazarán a las prostitutas humanas, al menos en un futuro cercano, los centros sexuales de realidad virtual como Naughty Harbor ciertamente tienen el potencial de cambiar el mundo del entretenimiento para adultos para siempre.
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