CamSoda combina VR y muñecas inflables conectadas para el sexo a distancia

CamSoda, un popular sitio que ofrece espectáculos eróticos por webcam a sus clientes, acaba de lanzar un nuevo servicio. Titulada VIRP, esta nueva oferta pretende simular sexo realista combinando realidad virtual y muñecas inflables conectadas a un vibrador de la anfitriona a través de Internet. Gracias a la combinación de estas tecnologías, el usuario tiene la impresión real de estar en contacto carnal con su interlocutor. Una innovación impresionante, pero también muy preocupante…

Hace unos días, un experto en adicción al sexo llamado Robert Weiss temía que la próxima generación fuera completamente adicta al porno VRporno VR. Según él, la mayor amenaza no proviene de las películas de realidad virtual X, sino de los sitios de cámaras web. Las plataformas que ofrecen a los usuarios la posibilidad de ver a una azafata desnudarse delante de su webcam en realidad virtual podrían superar a las relaciones sexuales en el mundo real.

Ya existen sitios de cámaras web, pero según el especialista, es la sensación de inmersión que proporciona el porno VR la que corre el riesgo de crear una ilusión de intimidad. El peligro sería aún mayor cuando los accesorios de VR permiten una «retroalimentación háptica» que estimula el tacto del usuario. Sin embargo, este experto predijo que tales tecnologías no aparecerían hasta dentro de 10 años.

CamSoda permite ahora integrar juguetes sexuales conectados en muñecas inflables de tamaño natural

Irónicamente, unos días después de su intervención, el sitio CamSoda, especializado en espectáculos eróticos por webcam, acaba de presentar una nueva oferta que se hace terriblemente eco de las aprensiones de Robert Weiss. Bautizado como «Coito virtual con personas reales», abreviado por VIRP, este nuevo servicio propone, como su nombre indica, simular auténticas relaciones sexuales. Para ello, el sitio combina dos tecnologías modernas: la realidad virtual y los juguetes sexuales conectados.

A través de su gafa de VR, el usuario asiste al espectáculo erótico de una azafata como si estuviera presente en la habitación junto a ella. Puede comunicarse con ella y pagar para que se someta a sus deseos. La azafata está equipada con un vibrador conectado vía WiFi a un «masturbador masculino» propiedad del cliente. Cada movimiento del vibrador se transmite al juguete sexual masculino en forma de «datos de presión». El objetivo es que ambas partes experimenten simultáneamente las mismas sensaciones, como si estuvieran copulando.

Este sistema de intercambio de datos entre juguetes sexuales conectados no es nuevo. CamSoda lleva varios años ofreciendo sus «teledildonics». Sin embargo, la novedad es la posibilidad de integrar el masturbador con una muñeca inflable de tamaño natural. Esta opción permite a los usuarios sentirse realmente como si estuvieran teniendo sexo con la anfitriona. Así, el simple espectáculo de la webcam se convierte en una verdadera actuación de sexo a distancia. La línea entre el sexo real y el virtual se está difuminando, tal y como temía Robert Weiss.

¿Es el sexo con VR un pasatiempo para los ricos?

Mucho menos ansioso, el vicepresidente de CamSoda, Daryn Parker, cree que la combinación de estos diferentes elementos conduce a «la experiencia sensorial definitiva, imitando las interacciones de la vida real». A modo de recordatorio, CamSoda ya se ha hecho un nombre al lanzar una máscara que simula el olor corporal. Queda por ver cuántas personas se entregarán realmente a esta experiencia VIRP. Para proponer esta nueva oferta, CamSoda se ha asociado con RealDoll, un fabricante de muñecas inflables que cuestan varios miles de dólares.

El juguete sexual masculino es el LoveSense Max, con un precio de 99 dólares. En cuanto a las gafas de VR, no hay restricciones en cuanto a la compatibilidad, pero un casco de gama alta ofrecerá más realismo. De hecho, el VIRP seguirá siendo, en un principio, un pasatiempo reservado a los ricos (o a los verdaderos «entusiastas»). Sin embargo, los precios deberían bajar rápidamente con la aparición de ofertas competidoras, y la preocupante democratización comenzará gradualmente.

El servicio VIRP ya está disponible en el sitio web de CamSoda, pero por el momento sólo el 30% de las 300 azafatas que trabajan para la empresa están equipadas con el vibrador conectado necesario. En cualquier caso, Parker afirma que los usuarios están muy interesados en la nueva oferta. Al parecer, los clientes han expresado su entusiasmo a las azafatas.

CamSoda: El sexo en realidad virtual será tan popular como los teléfonos inteligentes

Los usuarios buscan una proximidad más realista y una mayor interacción física.  Las azafatas que han tenido la oportunidad de probar el sistema también han quedado impresionadas con las posibilidades de interacción. Cuando se le pregunta si la mayoría de la gente encontraría esta tecnología extraña o incluso desagradable, Parker compara su sistema con los teléfonos móviles.

Hace quince años todo el mundo pensaba que los teléfonos móviles eran extraños e inútiles», dice, «y ahora todo el mundo tiene la nariz metida en el trabajo. Así, tras un periodo inicial de dudas, el vicepresidente espera que los consumidores reconozcan esta innovación como «un gran producto que satisface los deseos más profundos». Parece que, en su tiempo en el negocio, Parker se ha olvidado de otro gran invento que cumple deseos: Las relaciones.