La perspectiva de que los besos en realidad virtual (VR) sean hiperrealistas -o incluso muchas otras sensaciones íntimas relacionadas con los labios, la lengua y los dientes- a través de dispositivos de venta masiva ha sido planteada por una nueva investigación háptica llevada a cabo por el Grupo de Interfaces Futuras de la Universidad Carnegie Mellon.
El dispositivo, que se acopla a una gafa de VR estándar y no requiere ninguna otra tecnología adicional, utiliza transductores ultrasónicos centrados en la boca para crear sensaciones de presión durante una experiencia de realidad virtual. Los transductores ultrasónicos son dispositivos que crean vibraciones ultrasónicas, en este caso, utilizadas para crear sensaciones como impulsos simples, vibraciones persistentes y movimientos de deslizamiento en la boca del usuario.
Los investigadores colocaron su dispositivo en la parte inferior de la gafa de VR, por encima y delante de la cara del usuario. Afirmaron que no se necesita ningún equipo adicional para utilizarlo, por lo que podría convertirse en un complemento relativamente sencillo que se adopte de forma más amplia en el futuro.
Los dispositivos hápticos, como los chalecos y los guantes, ya están muy extendidos y crean sensaciones corporales a partir de la retroalimentación de la VR, la mayoría con fines de juego. Los investigadores de la Universidad Carnegie Mellon afirman que, dado que la boca humana es la segunda en cuanto a sensibilidad táctil, sólo por detrás de las yemas de los dedos, hasta ahora se había investigado sorprendentemente poco sobre las sensaciones bucales de la realidad virtual.
En su artículo de investigación, Mouth Haptics in VR using a Headset Ultrasound Phased Array, describen su dispositivo. Durante su investigación crearon sensaciones en la boca vinculadas a experiencias de realidad virtual que incluían una telaraña que se dibujaba contra la cara, una araña que saltaba sobre la boca, agua de una fuente que salpicaba contra la boca, beber café y fumar un cigarrillo, entre otras experiencias sensoriales.
Dado que los investigadores ya han conseguido simular la sensación de que un líquido entra en la boca, el potencial sexológico de su dispositivo es evidente. De hecho, afirman que su complemento para gafas podría «incorporarse a nuevas e interesantes experiencias de VR».
Parece que lo han conseguido.
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