Dos mujeres de Zimbabue han sido condenadas a penas de prisión por intentar importar juguetes sexuales en el 2022, lo que ha suscitado la preocupación por las arcaicas normas sobre sexo y tecnología sexual del país del sur de África.
El 27 de octubre, Shirley Tendai Chapunza, profesora universitaria de 27 años, fue condenada a seis meses de prisión en la ciudad de Bulawayo por intentar recibir un paquete enviado desde Alemania que contenía tres juguetes sexuales. Se le dio la opción de evitar el encarcelamiento pagando una multa de 60.000 dólares zimbabuenses (unos 95 dólares), informó Bullawayo 24.
Chapunza fue declarada culpable de infringir la Ley de Aduanas e Impuestos Especiales, que prohíbe la importación de «cualquier producto indecente, obsceno o censurable». Además de prohibir la importación de juguetes sexuales al país, Zimbabue ha prohibido el porno.
En el 2022, Ayanda Unity Mponda, de 23 años, pasó 15 días en prisión tras ser acusada de importar juguetes sexuales para venderlos en la capital, Harare. La Ley de Aduanas e Impuestos Especiales del país establece que es ilegal importar «cualquier mercancía que pueda tender a depravar la moral de los habitantes» de Zimbabue.
Aunque otros países africanos tienen leyes conservadoras en materia de sexo, Bulawayo 24 afirma que las leyes morales de Zimbabue son «de las más arcaicas del mundo». Coas que se desplazan con sus juguetes sexuales al entrar en Zimbabue, si los funcionarios de aduanas insisten en una inspección física de su equipaje».
Además de ser calificadas de arcaicas, las normas sobre tecnología sexual de Zimbabue parecen incoherentes. En el 2020 abrió en Harare Intimate Store, anunciada como la primera «ntrasta con la vecina Sudáfrica, donde es habitual encontrar sex-shops que venden productos de tecnología sexual cerca de restaurantes y tiendas familiares.
El periódico señaló que las dos mujeres acusadas en relación con las normas de importación de sextech ponían de manifiesto «los peligros legales a los que se enfrentan las viajertienda de juguetes sexuales para adultos de alta gama» con licencia oficial.
Cuando Intimate Store abrió sus puertas, un portavoz de la empresa dijo que Zimbabue estaba preparada para «dar este salto de fe y es una oportunidad para explorar un nuevo nivel de intimidad y participar en los debates que promueven y hacen avanzar la salud y los derechos sexuales y reproductivos».
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