La empresa de robótica Ai-Tech, con sede en Shenzhen, ha lanzado un nuevo conjunto de actualizaciones para Emma, su primera muñeca sexual con IA.
Y si alguna vez te preguntaste cómo se vería en persona el cuerpo detrás de las voces incorpóreas de Siri o Alexa, Emma podría serlo.
Emma está conectada a Internet, lo que le da la capacidad de hablar, aunque con una cadencia notablemente similar a la de los asistentes virtuales que usamos en nuestros teléfonos o en nuestros hogares inteligentes todos los días.
Puede contar chistes, calcular problemas matemáticos, pronosticar el tiempo e incluso traducir textos del inglés al chino o viceversa.
Cuanto más hablas con ella, más mejora su sistema de aprendizaje profundo. Mantener una conversación con ella debería ser aún más atractivo ahora que sus expresiones faciales incluyen guiños, varios movimientos oculares, una boca que se frunce para besar y una cabeza que gira e inclina.
Su cuerpo también está revestido con múltiples sensores táctiles, por lo que responderá con un gemido sensual si se activan sus zonas erógenas. A sus atributos realistas se suma su sistema de calefacción interno que está configurado para imitar la temperatura de un cuerpo humano, reemplazando la sensación de la silicona fría con algo más cercano al calor de la piel real.
Los clientes pueden adentrarse aún más en el valle inquietante con los futuros planes de actualización de la compañía para Emma.
Según Cloud Climax, el agente de Ai-Tech en el Reino Unido, está involucrado en investigación y desarrollo que eventualmente proporcionará a Emma el uso de sus brazos y piernas y la capacidad de caminar, así como una cavidad torácica robótica que «respira». »
La demanda de mayor realismo y personalización solo aumentará entre quienes buscan compañeros sintéticos a medida que más fabricantes ingresen al mercado de muñecas de amor y los precios comiencen a bajar.
Emma actualmente se vende por £2,799 a través del sitio web de Cloud Climax, mientras que compañías como Realbotix venden una cabeza robótica modular independiente que cuesta entre $8000 y $10000, cuerpo no incluido.
Si bien las muñecas sexuales robóticas todavía pueden parecer ciencia ficción para muchos, los expertos proyectan que seguirán volviéndose cada vez más comunes y ganando prominencia dentro del mercado mundial de juguetes sexuales, que para el 2020 tuvo un valor estimado de 30 mil millones de dólares.
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