El último juguete sexual de WOW Tech Group, el Arcwave Ion Stroker, utiliza la tecnología «Pleasure Air» para permitir que las personas que tienen pene que se identifican como trans y no masculinas sientan sensaciones típicamente asociadas con el orgasmo femenino.
Con cada año que pasa, el binario estereotípico de género continúa volviéndose más obsoleto. Por lo tanto, una innovación centrada en la idea de que el pene y el clítoris comparten un tipo similar de frenillo, un pequeño pliegue de tejido que asegura el movimiento de cualquier órgano móvil en el cuerpo, en su composición es ideal.
Los científicos afiliados al WOW Tech Group de Berlín, los fabricantes de los productos Womanizer y WeVibe, han descubierto que el uso de una corriente de aire en chorro dirigida a los receptores de placer pacinianos asociados con el pene y el clítoris permite una liberación que refleja la poderosa intensidad del orgasmo femenino
Una pregunta obvia que se debe hacer con respecto al Ion es si existe un mercado que estaría interesado en querer un dispositivo tan único.
El mercado de los juguetes sexuales
Los hombres heterosexuales cisgénero tienen disponibles numerosos acariciadores que imitan la masturbación de mano a miembro. Además, Fleshlight ofrece la serie Fleshjack que está dirigida al mercado masculino homosexual.
¿Hay suficientes poseedores de pene que no se identifiquen directamente como hombres heterosexuales o homosexuales para garantizar el desarrollo de un dispositivo erótico de primera calidad?
Estudios recientes destacan una respuesta positiva.
Los datos publicados en el 2019 muestran que, durante la última década, las estimaciones de que el 1% de la población adulta de Estados Unidos y aproximadamente uno de cada cuatro estadounidenses y uno de cada diez adultos del mundo se identifican como LGBTQ se han mantenido estables.
Aunque los números aproximados para Estados Unidos muestran que el 1% de la población de EE. UU. se identifica como transgénero, aún no se han calculado números similares en todo el mundo.
Sin embargo, The Lives of Transgender People de Columbia University Press, publicado en 2011, destaca que el transgénero ocupa un ámbito físico, social, emocional y psicológico. Así, contar a las personas “transgénero” es tan simple como parece.
Una contabilidad adecuada de quién es exactamente «transgénero» requiere contar todos los «géneros queers, andróginos, big-géneros, terceros géneros, transgéneros y otras personas transgénero que describen sus géneros de manera no binaria».
Cómo funciona
El Ion, la última innovación de este grupo demográfico emergente, es, en la superficie, un contenedor de plástico electrónico de mano.
Mecánicamente, bombea un chorro de aire directamente a una manga de silicona apretada que interactúa con las terminaciones nerviosas sensibles a lo largo de la parte inferior de la cabeza del pene o, para una persona que inicialmente no nació con un pene, reflejaría su clítoris.
Un interruptor de encendido/apagado controla el bombeo de aire y, después del orgasmo, la limpieza refleja la de la mayoría de las fundas para el pene.
Con respecto a las sensaciones únicas que definen a Ion como producto, un probador de productos del Instituto de Investigación Skopos se señala, en la copia publicitaria de Arcwave, afirmando lo siguiente:
En comparación con la masturbación normal, el orgasmo se sintió mucho más intenso y también duró más. Al comienzo de la masturbación, la sensación era relativamente débil. […] Hasta que en algún momento aparentemente atravesé una pared. A partir de ese momento, de repente una gran ola generó una sensación muy fuerte e intensa, que terminó en un orgasmo.
El producto progresivo actualmente se vende en línea a $199, sin incluir impuestos.
Aunque el Centro Nacional para la Igualdad Transgénero de los Estados Unidos señala en un estudio del 2017 que gran parte de la población transgénero del país enfrenta dificultades económicas, esta innovación sigue siendo importante.
La investigación científica que desbloquee la capacidad de desestigmatizar el placer para una población creciente pero aún condenada al ostracismo es fundamental.
Permitir que la base de la visibilidad total de todas las personas se grabe en piedra es clave para estimular el progreso social del mundo.
Redefinir la experiencia orgásmica masculina como parte de esta progresión da la bienvenida a una mentalidad abierta que asume que es posible un futuro vibrantemente diverso.
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